Cómo cuidar tu piscina

Que alegría cuando ya tenemos nuestra piscina en casa, y sabemos que estará todos los años, sin embargo no se cuida sola, debemos intervenir en el buen cuidado de ésta.

Se calcula que en Chile hay un 300.000 de piscinas, de las cuales el 6% son públicas. La piscina ha estado abandonada durante el resto del año y ahora es tiempo de ponerla a punto. No se trata unicamente de que el agua parezca cuidado de piscina de fibra en inviernolimpia, sino de que realmente esté adaptada a nuestras necesidades.

Expertos de la empresa Cleanox explican cómo mantener el agua de la piscina limpia, sana y en perfecto estado.

Ajuste del pH

El primer paso para conseguir un agua limpia, clara y bondadosa con la piel consiste en regular su pH. El valor correcto debe situarse entre el 7,2 y el 7,6 para garantizar que el resto de medidas aplicadas trabajen de forma efectiva. Tabletas de cloro, electrólisis salina y oxigeno activo son útiles para desinfectar el agua. Si el pH del agua está muy elevado, los bañistas podrían sufrir irritación en la piel y en los ojos, el efecto de los productos desinfectantes disminuirá, se formarán incrustaciones calcáreas y las aguas se enturbiarán.

Opuestamente, si el valor del pH es demasiado bajo aumentará el riesgo de corrosión, habrá un desperfecto del vaso, y también se producirá irritación de ojos y piel.

Desinfectando el agua

El agua de nuestra piscina de fibra de vidrio puede convertirse en el medio de vida ideal para una gran variedad de microorganismos. Lo importante es mantener el residual de cloro libre entre 0.5-1.0 ppm en el agua para que esté desinfectada y tenga poder desinfectante. De esta forma, evitaremos que el agua se enturbie y que aparezcan verdosas algas. Para mantener un proceso continuo de desinfección durante toda la temporada de baño hay varios métodos: las tabletas de cloro, un aparato de electrólisis salina o con oxígeno activo. En caso de encontrarnos con algún problema de turbiedad o algas, es recomendable realizar un tratamiento de choque con cloro granulado y añadir floculante líquido, con el propósito de recuperar el buen estado del agua. Después de aplicar los productos, es muy importante realizar un filtrado durante unas pocas horas, posiblemente cepillar y raspar las paredes y el fondo de la piscina, y esperar entre 12-24 horas para que todas las impurezas precipiten, y mediante el limpiafondos llevar todo el precipitado al desagüe sin que pase por el filtro. Además es importante no olvidar que la adición de productos químicos debe realizarse siempre sin bañistas en el agua. Un algicida de forma regular evitará el surgimiento de las algas

Previniendo las algas

Si no queremos que las algas campen a sus anchas en nuestra piscina de fibra de vidrio, es recomendable aplicar un algicida de forma regular. Las algas son un elemento de cultivo ideal para hongos y bacterias. Además, la radiación solar y el calor propios del verano favorecen su aparición. La adición del algicida debe estar acompañada con la presencia de desinfectante, como el cloro o el bromo, en el agua para conseguir un efecto sinérgico de ambos productos y aumentar la eficacia del algicida.

 Cuidado del filtro

El cuidado del filtro de la piscina permitirá que el tratamiento químico que ejecutemos sea más eficaz. Con un filtro en malas condiciones, la calidad del agua se deteriora y aumenta el gasto de productos químicos. También, se multiplican los gérmenes que luego se expanden por el agua. Para mantener el filtro limpio debemos realizar contra-lavados y lavar y desinfectar la arena una vez al año antes que comience la temporada de piscina. Por otra parte, es altamente recomendable que cada 4 o 5 años (dependiendo del uso y las características del agua) se reemplace el medio filtrante si es de arena silícea.
 

Agua Pristina

 En todas las piscinas de fibra de vidrio pueden aparecer turbiedades o perderse la claridad del agua. Las causas son por problemas de pH altos, mala filtración, contra-lavados de filtros de mala calidad y formación de algas, se presentan en muchos casos por la presencia de partículas suspendidas en el agua. La adición de un floculante hace las partículas más grandes, para que el filtro las pueda retener, y así aclara el agua, desapareciendo además los iones metálicos oxidados que el filtro no es capaz de retener.